EL TIEMPO Y OTRAS DISTANCIAS
Ricardo Espinoza Salazar
Alguna vez vivimos
existimos como
dos almas nuevas
Cuando aún no teníamos
manos, ojos, labios
vivíamos insomnes
sobre la primavera
Estábamos en todo
presintiéndonos,
anticipándonos al cuerpo
y al deleite;
porque éramos sencillos,
geómetrías azules,
destinos transparentes,
sueños defendidos
del rigor, de los pétalos
agrestes de la carne.
Eramos simplemente
resplandor y belleza
allá en el paraíso.
Est hora todo viaja hacia tí,
rostro lejano donde el mundo comienza
Has olvidado el sueño de las canciones.
Por los nuevos caminos de mi sangre
tu nombre viene a mi como una herida.
Sólo el silencio es claro
sólo el silencio:
realidad impalpable, rumor de cristal,
labio detenido
mientras la luz dibuja una palabra
-flor de hielo o tiempo de la muerte-
Después
ni una sílaba tuya agitada en el viento
ni tu sombra presente en los relojes.
como un loco acontecer,
ni el rastro sonoro
de las horas que habitabas
en mi patria pequeña junto al mar.
Nadie supo de tí.
La historia no relata tu experiencia
acontecida entre el reloj y la rosa.
No es urgente la luz sin tus palabras;
el viento enciende su voz
para decir a mis ojos tu imagen de lejanía.
El tiempo es fuego limpio,
redimida materia
que se cumpleen tu cuerpo.
Pero tú eres el alba,
el color claro.
En tí todo es misterio,
la risa las palabras.
Eres como el aroma, desatada, violenta
y nuevamente dulce gota de agua.
Pronto estás en mis manos.
Fugas con los recuerdos y los días.
Retomas limpia
para el amor y los deleites
cuando mi sed de ti desata calendarios
con meses y con cifras detenidas.
¿Dónde el aire redondo de tus hombros descansa?
¿Palpitas en el polvo que besaron tus pies?
¿En los atardeceres tu rostro es el paisaje?
¿Tu aroma, tus cabellos hacen la noche acaso?
El sueño que comienza y que se esfuma no eres tú.
Estas en el cantar-aire sencillo- de los pájaros.
Viene tu vos en la vigilia
de las horas vencidas.
En su ideaoma te nombran
la luz y el agua vivas.
El ángel del amor define tu inocencia
y en la roja nostalgia retornas a mi sangre,
Este poema escrito en el recuerdo
comezó con el alba,
lo decían los ríos y las horas,
lo llevaban los peces y los hombres,
mi corazón lo contagió a los vientos.
Un sencillo horizontes de palabras
hizo la luz más fácil,
y a mis labios subrió el dictado dulce
en tiempo del amor desprevenido.
Ahora sé que una estación de gozo
nace en las simples letras de tu nombre,
que nada ya, ni dias, ni distancias,
detendrán tu estatura de milagro
y que la rosa no será mas rosa
si no quieren tus labios.
Escribo sobre el tiempo
este nuevo poema esperanzado;
tiene de tí y de mí:
al lado de mi voz crece tu cuerpo.
Llegue el tiempo a tus manos
dulcemente deslumbrado
sin el oscuro signo de los días.
Su relámpago puro
comience en tu ternura
Hágase voz en tus labios
latido en tu cotazón
Pero yo sé que el tiempo
es tu recuerdo.
Tu ademám es la rosa.
Tu voz la primavera.....
Tu palabra renueva la instantánea
sonrisa de todos los claveles.
Con el rumor del mar vuelven
tus pasos.
A cada instante llegas a mis manos.
A mis ojos asciendes
en las lágrimas.
En la cercana ausencia
tu corazón descubre su milagro.
Estás viviendo el día interminable
cuyas horas-tú,yo-
son dos largos caminos que se besan
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