CANCIÓN DE SEIEMPRE II JUAN RIOS (PERÚ)

Valle del Rio Mantaro Junin Perú

                                                                     II

                                     CANCIÓN DE SIEMPRE  (JUAN RIOS- PERÚ)

                                                  "Como el lirio entre las espinas,

                                                 así es mi amiga entre las doncellas."

                                                                  Cantar de los Cantares.

BALSAMO eres, amada mía, para las heridas del alma,

mananatial que brota en los oasis del sueño.

    Pantera entre las fieras del bosque,

magnolia entre las flores, así eres tú entre las mujeres.

    Al límite del alba me recuerda tu frente;

a rosas que agonizan en la nieve se parecen tus sienes;

y tus ojos son más puros que gacelas corriendo hacia el abismo,

más puros que una corza bebiendo en las fuentes de la aurora.

     Serpientes de alabastro, cárcel de la música,

tus brazos me enlazaron en la noche,

y tu caricia fue suave como la luna entre las nubes.

    Fruta del árbol del Paraíso exprimieron mis labios,

y un sabor de más alla de la vida me embriagó para siempre.

    Tu voz suena a brisa ewen los trigales,

a sandalias del aura en el césped más fino.

Eres semejante a la espiga que florece sobre las      tumbas,

a la luz despertando las canciones del mundo.

"¡Levántate, oh hermosa mía y vente!"

He  presentado tu voz en el silencio;

y las otras voces he olvidado.

Tú eres lo único que existe.

He adivinado tu rostro en las tinieblas.

La hora de los sueñor es venida.

Sólo para tí hay lugar en mi nostalgia

La sangre ha vuelto a cantar en mis oíodos,

y se han abierto capullos en mis dedos.

Como la lluvia en la roca, mis besos hallarán caminos.

                                                                "¡ Levántate, oh amiga mía, hermosa mía y vente!"

                                                               Vente porque te amo como el fondo del mar a los barcos que se hunden;

como el lento crepúsculo, a las flores de agosto. 

 Amada mía, que estas en los remansos de mi fiebre,

en mis recuerdos anteriores al mundo,

"muuéstrame tu rostro,  hazme oir tu voz",

porque tu voz es más suave que un pecho para los que lloran

y tu rostro es más dulce que el olvido,

más dulce que el olvido para los que sin esperanza sufren,

más dulce que el olvido para los que sin esperanza sufren.

¡Eres mía! ¡Eres mís, como mis sueños!

"Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, tórnate, amada mía",

sé semajante al mar cuando se entrega sin recelar sus límites. 

VALLE DEL MANTARO JAUJA- PERÚ)

                                                                

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